Es un placer compartir con toda nuestra comunidad una noticia que nos llena de especial alegría. Parece que fue ayer cuando inauguramos nuestras actuales instalaciones, con toda la ilusión de un nuevo comienzo. Han pasado ya casi tres años desde aquel momento y, desde entonces, la familia de nuestro dojo no ha dejado de crecer, superando nuestras expectativas.

El día de ayer, 22 de diciembre, alcanzamos una cifra muy significativa en nuestra historia reciente. Tuvimos el honor de registrar la inscripción de la persona número 1000 desde que abrimos las puertas en esta nueva ubicación.

Sara ha elegido comenzar su camino con nosotros a través de una opción muy flexible: se ha inscrito en un curso de iniciación sin fecha cerrada, el cual podrá disfrutar y canjear durante los próximos seis meses entre todas las opciones disponibles que ofrecemos para principiantes.

Para celebrar esta ocasión y agradecer su confianza, tenemos preparado un detalle especial para ella. En el momento en que acuda por primera vez al dojo para pisar el tatami, recibirá un obsequio exclusivo: un tenugui tradicional japonés. Se trata de una pieza auténtica, hecha a mano utilizando el delicado método de teñido conocido como chusen.

Llegar a los mil estudiantes no es solo una estadística para nosotros; es el reflejo de la confianza que tantos habéis depositado en nuestra escuela y en nuestra forma de transmitir el shibari, con especial enfasis en la seguridad y en dar una educación respetuosa con japón. Cada uno de esos mil nombres representa una historia, un esfuerzo y unas ganas de aprender que valoramos profundamente.

¡Gracias a todos por hacer posible este crecimiento constante! Nos vemos en el tatami.